La palabra Proceso proviene del vocablo latino processus, y/o procedere, que viene de      Pro: para adelante y Cere: caer, caminar, lo cual en conjunto significa: progreso, avance, marchar, ir adelante, ir hacia un fin determinado o propósito.

Todos los día experimentamos procesos en todo, o casi todo.

  • Despertarnos
  • Preparar el desayuno 
  • El trabajo
  • El proceso de preparar la comida
  • La digestión
  • El aprendizaje, etc.

Todo en este mundo es parte de un proceso o llevan procesos implícitos inclusive el proceso de vivir, lleva un proceso natural de maduración y envejecimiento.

Los procesos nos ayudan a:
Entender la vida
Adquirir conocimiento
Adquirir experiencia
Adquirir sabiduría
Formar nuestro carácter
Entender nuestro propósito

Cuando ignoramos o pasamos por alto, las experiencias como método de aprendizaje (El aprendizaje es un proceso neuronal) corremos el riesgo de repetir errores, y cometer pecado.

“El humano es un ser en constante aprendizaje, desde su nacimiento hasta su muerte, quien crea que lo sabe todo es un necio ya nunca aprendió lo primero”.
Nuestro Dios es un Dios de procesos, nos lo enseñó en la creación, pudiendo haber creado todo y ordenado todo solo con un pensamiento, nos mostró un proceso de creación por días. 
La palabra de Dios es un maravillosos libro de procesos, creación, pecado, muerte, expiación, redención y eternidad.
Y hablando de nuestro documento Cristo-céntrico nos lleva y apunta a la vida de Cristo quien también desde su anunciamiento profético, Él mismo tuvo que pasar por procesos.

Uno de ellos se encuentra en Mateo 26:36-46. Pero vamos a ubicarnos en la historia; para este momento ya había pasado lo que hoy celebramos o conmemoramos, la entrada triunfal a Jerusalen 5 capítulos atrás Mateo 21:1-10 nos narra esta parte de la historia, en la cual vemos a Jesús entrando como un rey de paz, no la paz que se conoce como la ausencia de conflicto humano, sino entrando como el rey que iba a consumar la paz entre el ser humano y Dios.

Este fue proceso de una entrada triunfal, llena de esperanza, llena de admiración, amor, reconocimiento, dudas, enojos, incertidumbre, etc. 

Esta escena nos muestra a un Jesús rodeado de gente, de una multitud en contraste con Mateo 26.
Jesús se lleva a algunos de sus discípulos para que le acompañen y estén al pendiente, el Señor sabía que estaba cerca de comenzar este proceso de dolor,  como nos lo relata el escritor.

“Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.” Mateo 26:38

La historía nos relata que:
1- Jesús comparte y le confía parte de su proceso a sus discípulos, a la gente cercana.
2- Jesús siendo Dios acude al Padre.
3- Jesús pide al Padre que se haga su voluntad.
4- Jesús anima a sus discípulos y los exhorta a no permanecer indiferentes para no ser vulnerables. Si tu te mantienes indiferente al proceso seguramente serás vulnerable.
5- Jesús claramente nos enseña a buscar la voluntad del Padre antes que cualquier otra cosa.
6- A veces los procesos los tienes que pasar en “solitario”, un proceso tuyo y de Dios.

Posiblemente no vas a entender porque a ti “te pasa todo” y Dios te mantiene en el proceso en solitario.
A los discípulos no se les prometió un buen fin en esta vida, es más la muerte tocó la puerta de nuestro Señor y sus discípulos, y posiblemente la recompensa no llegue en esta vida sino en la eternidad.
Jesús tuvo que pasar por el proceso de la muerte dos días y al tercero resucitó, este proceso lo llevo a consolidar su mensaje como un mensaje verdadero dado por el mismo Dios.

3 Recomendaciones por sí estás pasando por un proceso en soledad.

1.- Ve con la persona principal: Dios. Pide al padre dirección, consuelo y paz, siempre y cuando  pongas por delante las palabras de Jesús “Pero que no se haga como yo quiero si no como Tu quieres” y pide que te muestre su propósito.
2.- Rodéate de quien puede acompañarte, o estar al pendiente en tu proceso en solitario, solo pídele que ore, que no te critique, que no te juzgue, que no opine, solo necesitas que esté al pendiente e intercediendo por ti.
Posiblemente no se hará como tu quieres pero siempre es bueno contar con alguien, un hombro donde apoyarse.
3.- Confía en los planes que tiene Dios para tu vida. Porque cuando tu confías en Dios estás respondiendo a quien es Él y eso se llama ADORACIÓN.

Aquí una promesa para ti durante el proceso
“y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:20b


1 Comentario

El José Aguilar · 27/06/2024 a las 8:33 am

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